Al hablar de seriedad en cuanto a Predicar la Palabra de Dios, no estoy hablando de tener el semblante de una persona amargada, ¡claro que no! Sino lo que quiero tratar en este artículo es que tomes en cuenta la seriedad del papel que desempeñas como Predicador de La Palabra de Dios.
En un discurso común es muy probable que el orador utilice cualquier cosa para mantener a su audiencia entretenida, ya sean chistes o cualquier otra manera para atraer y mantener la atención de su público, y que de hecho es muy válido en un discurso motivacional o de cualquier otra materia.
Sin embargo aquí, cuando se trata de la Predicación del Evangelio, debemos tomarlo con la debida seriedad; con la misma seriedad que la tomaron aquellos que a través de la historia nos han dejado una huella en cuanto al ministerio de la predicación, pero además de eso, como bien lo dijo el gran Siervo de Dios Martyn Lloyd-Jones “El trabajo de Predicar es el más grande y el más glorioso llamamiento al que alguien puede ser llamado jamás”. Es por ello que, te recomiendo que tomes muy en cuenta los puntos a continuación:
- De preferencia, dile No a la Bromas o Chistes en el mensaje. En algunas ocasiones, decir algo humorístico puede ayudar a que nuestros oyentes se sean atraídos de nuevo a la atención del mensaje. El problema surge cuando se abusa de ese recurso, hacer bromas o contar chistes, no solamente distraen a la audiencia sino que además se pierde la seriedad de lo que es La Predicación bíblica. Quizás pienses que esto suena algo anticuado, pero no es así, porque cuando tú te sumerges en la Palabra de Dios y luego eso lo transmites a tus oyentes, olvídate, no vas a tener necesidad de estar haciendo esas otras cosas, o depender de ellas para mantener entretenidos a tus oyentes.
- Aprende a Controlar tu temperamento. Es de suma importancia ponerle especial atención a este punto, para que a la hora de dirigirnos a nuestra audiencia, no seamos tildados de aburridos, fastidiosos o molestos. Además como predicadores, no debemos ser exagerados en nuestros movimientos, al grado de convertirnos en un espectáculo sensacionalista. Esto también puede distraer a la audiencia. En vez de poner atención al mensaje de Dios, la gente pondrá su atención en el predicador y su manera de expresarse, y eso no es lo que queremos, ¿verdad?
- Sé sabio, en cuanto al tiempo a utilizar. Se ha dicho que la máxima capacidad de la atención de la audiencia es de 20 y 40 minutos y que después de este tiempo, generalmente la audiencia pierde interés, se cansa o se distrae fácilmente. No obstante debo ser claro en esto, de que tampoco podemos ser rígidos en este aspecto, dado que surge algo cuando el siervo de Dios está fielmente exponiendo el Mensaje y lo está siendo bajo la Unción del Espíritu Santo, es Dios quien tiene el control del tiempo. Pero el balance en cuanto al tiempo, siempre es importante que lo tomes en cuenta.
El predicador del Evangelio, proclama la palabra de Dios por mandato divino. Los mensajes deben buscar el interés y la finalidad de la Salvación de los hombres. Por ello, debe ser un hombre convertido, debe haber descubierto su vocación ministerial como Predicador del Evangelio y amar profundamente a los perdidos.
Por otro lado debes ser capaz de comunicar el mensaje de la Biblia, a su vez informar, convencer y persuadir a la audiencia, no olvidando que somos llamados los embajadores de Cristo.
Nunca pierdas de vista de que todo tu mensaje debe ser puesto delante de Dios en oración de antemano. Además, permíteme recordarte lo que ya mencioné en otro artículo de que, un Predicador del evangelio por definición, es una persona que lucha por algo, que predica con fuertes convicciones espirituales, es un hombre que en su predicación lucha por tales convicciones que aun moriría por ellas si fuera necesario. Tales convicciones producen en ti como predicador una actitud apasionada por lo que estás diciendo. Como predicador no puedes perder de vista de que todo debe ser puesto antes en las manos de Dios a través de la oración.
Que Dios te siga bendiciendo en la Predicación de su Palabra, y oro por ti, para que Dios te guarde y te fortalezca cada momento. Agradezco tus comentarios…
Eliseo Diaz.
Mucha gracias por estas palabras me animas más a predicar su palabra de Dios…alos demás sería de mucha molestia que si puede ore por mi para que Dios me dé sabiduría, tengo 3 años que Dios me puso para dar su palabra pero aveces me cuesta..pero hoy lee su msj y eso más de ánimos gracias mi hno…bendiciones
Gracias por el material Dios les bendiga soy nuevo leyendo sus artículos para predicar el evangelio ese es mi anhelo poder exponer la palabra de Dios con la ayuda del espíritu santo.